CONSEJOS PARA PLANEAR ESTE 2020.

No es fácil y cada vez parece mucho más complejo llegar a un estado en que alcance para todo y aún quede dinero para poder ahorrar e invertir. Pero es uno de los caminos más sabios que las familias deben seguir, hay que hacer esfuerzos y cambios en los consumos, priorizar y llevar a cabo un plan, por esto compartimos estos consejos para lograrlo en este año.

Un presupuesto, además de racionalizar las actividades financieras personales y de la familia, permite ampliar la capacidad de ahorro.

Prepare un presupuesto. Tenga en cuenta sus egresos fijos mensuales, especificando cifras exactas de cuanto gastará en mercado, transporte, servicios, deudas, entre otros, y no olvide incluir un rubro destinado al ahorro.

El presupuesto es un plan que permite saber cómo vamos a gastar su dinero de manera eficiente y sostenible, permitiendo cumplir con las necesidades inmediatas y mantener un plan de ahorro para cumplir con metas de largo plazo.

Los expertos recomiendan sentarse con lápiz y papel y hacer una lista en donde queden establecidos los gastos (los compromisos por cumplir) y los ingresos (el dinero que se recibe).
Acto seguido, dividir los gastos en categorías para así determinar en donde se pueden hacer recortes, en caso de ser necesario.

GASTOS FIJOS VS. VARIABLES

En el marco de este ejercicio, lo primero es definir los gastos que se deben asumir y que se dividen en fijos y variables. Los gastos fijos hacen referencia a costos de vivienda (como es la cuota hipotecaria o alquiler, impuestos y mantenimiento), los servicios públicos (energía, agua, telefonía e internet), los seguros.

Así como los gastos correspondientes a alimentación, transporte (cuota automóvil, gasolina, Soat, mantenimiento y seguros), salud (aportes a EPS y pensión, salud prepagada), gastos educativos propios o de los hijos (pensión, ruta, libros y loncheras) y vestuario.

Por otra parte, los gastos variables son aquellos referentes a comidas por fuera del hogar, entretenimiento como entradas a cine, paseos, rumba, , actividades sociales, compra de tecnología (celulares, equipos, televisores, etc.), entre otros.

En lo que corresponde a los gastos fijos, en su gran mayoría no es posible hacer ajustes significativos. Sin embargo, con disciplina se puede ahorrar en el consumo de los servicios públicos, buscar alternativas que le permitan bajar la cuota de su casa o apartamento, optimizar el uso del vehículo y combine sus desplazamientos con el transporte público o medios alternativos.

En los gastos variables, hay espacio para ser un poco más exigente con, medidas como restringir las salidas a comer fuera, procurar llevar desde casa alimentos o bebidas que usualmente consume en su lugar de trabajo, oficina, buscar temporadas de ofertas para hacer compras de tecnología, útiles escolares y vestuario, entre otros.

POTENCIAR EL AHORRO

El objetivo final de un presupuesto, además de racionalizar las actividades financieras personales y de la familia, es permitir ampliar la capacidad de ahorrar al menos el 10 por ciento de los ingresos mensuales, si se puede un monto mayor, mejor.

Con esa meta de ahorro alcanzada, lo mejor es buscar inversiones que ayuden a potenciar ese dinero. En el mercado encontrará opciones para invertirlo de manera inteligente y prudente, la inversión en vivienda empujada por las facilidades de financiamiento y el apoyo de programas del gobierno que incentivan la compra de vivienda familiar.

Puede estar seguro que con un presupuesto funcionando mes a mes, con un monto de ahorro establecido y un instrumento para potenciarlo, al final del 2020 podrá disfrutar de un dinero que puede utilizar para las vacaciones soñadas, mejoras a la vivienda, actualización del vehículo o simplemente tenerlo como un respaldo financiero para su futuro.

fuente: Portafolio.

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