En Colombia, recientemente se ha anunciado un aumento del 13.12% en el canon de arrendamiento de viviendas urbanas. Este aumento está establecido en el artículo 20 de la Ley 820 de 2003 y se basa en la inflación del año 2022.
Es importante mencionar que este aumento no ocurre automáticamente en enero de cada año, sino que solo se aplica cuando el contrato de arrendamiento cumple 12 meses desde su firma o desde la última renovación o prórroga. Además, el aumento establecido es legal siempre y cuando no exceda el 1% del valor comercial del inmueble o de la parte arrendada, respetando el límite del 2% del valor catastral.
Sin embargo, existen ciertas excepciones a esta regla. Por ejemplo, el reajuste no aplica para contratos de vivienda firmados antes del 10 de julio de 2003 o para alquileres de inmuebles con fines comerciales. En este último caso, el valor y el aumento deberán acordarse entre las partes o de acuerdo con lo establecido en el contrato de arrendamiento.
Según lo afirmó Karina Reyes, presidente de Fedelonjas, “este incremento es de alto interés para la población colombiana pues más del 35% de las viviendas en el país están alquiladas. El incremento del canon incide no solo sobre las familias que viven en arriendo sino sobre los propietarios de las viviendas que en un 85% pertenecen a los estratos 1, 2 y 3 y, a falta de pensión u otros ingresos adicionales, devengan su sustento de dichos alquileres.
Es importante destacar que este aumento del canon de arrendamiento tiene un impacto significativo en la economía de las familias colombianas, ya que muchas de ellas dependen del alquiler como su principal forma de vivienda. Por lo tanto, es importante que el Gobierno y los propietarios trabajen juntos para encontrar un equilibrio justo entre la necesidad de aumentar los ingresos de los propietarios y la capacidad de pago de los inquilinos.
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